Conocerse, vivir...

" Y comprendí que hay personas que brillan sin ser estrella y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poco así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices, si no que las comparta con nosotros.

Comprendí que enamorarse era una necesidad  tan importante como respirar, y que, al igual que moría sí no respiraba, también lo hacía, aunque de distinta forma si no amaba. Pensaba eso del amor.
Pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese dańo. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes: la sonrisa, los sueńos, la esperanza. Las ganas de tener ganas.

Y comprendí también, al tiempo, que la mejor forma de olvidar a alguien es llegando a la conclusión de que merecemos algo mejor, que era cruel pero sincero. De que sólo merecemos sangrar por alguien, que luego, venga a curarnos. Porque sí vamos a morir, queremos morir por alguien que sepa llorarnos.

De que la vida no es tan larga, ni dura tanto como para estar perdiendo el tiempo esperando trenes que ya han pasado. Que las cosas llegan cuando menos las esperas, y que si siempre las estás esperando, sólo tardan en llegar un poco más, pero llegan... Y yo, sigo queriendo a toda esa gente que he querido en mi vida, pero sólo amo con esa urgencia en mi mirada, a la esperanza de que, un día, y qué más da cuándo, amaré a alguien, y será para siempre"

Gracias

Supe también que al dejar de lamentarse
uno aprende a mirar de otro modo,
a ver que el portazo era también puerta,
que una buena caída también ayuda a medir distancias,
que algunos golpes, por fuertes que sean,
pueden serte útiles si aprendes a leer las cicatrices
y yo tengo en el cuerpo una biblioteca entera.

Aprendí que la intensidad por la intensidad no asegura nada,
que quien intenta la montaña más alta,
quien sólo se conforma con el Everest,
posiblemente esté lleno de nada.
Que quien necesita alcanzar lo inaccesible para sentirse colmado
está tratando de llenar un vacío del tamaño de la misma montaña
y no hay un corazón donde quepa una montaña
ni espalda que la pueda soportar.
Que buscar lo imposible 
es sólo una de las maneras de empeñarse
en no querer ser feliz.

La búsqueda del sentido de la vida descubre su nada, pero de esa nada, en la luz despiadada del cielo y del mar, extrae un significado indestructible.
Y ahora si no tengo miedo creo que es porque lo he entendido bien.
Ya sé lo que tengo que hacer.


Then something else came to mind, that was the mirror...
It made everything clearer.
 
You are more beautiful, compelling and stronger.
It didn't take much longer just for me to realize I love all the little things and the beauty that they are gonna bring.

And it might sound a little strange for me to say...
  I'm proud to be you.




Las cosas que se aprenden de los días en los que pensabas que no aprendías nada.

En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?".

 Después de mucho pensar uno dijo: ¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar". 

Propuso el primero: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "No, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está".

 Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contesto: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará".

Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad".

 El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demas. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren".

 Todos se volvieron asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "¿Dónde?". 

El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán". 

Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.



Llegar a ser felices es una cuestión de entrenamiento, poder mental y voluntad. Para ello hay que  vivir con agradecimiento, disfrutar de lo que tenemos y no quejarnos de lo que nos falta, crear buenos hábitos mentales y pensar que somos capaces de ser felices, enfrentar nuestros miedos y temores, fijarnos objetivos y definir qué es lo que queremos, ser felices cada día con las pequeñas cosas y no aplazarlo para ocasiones especiales, invertir en experiencias y dedicar una parte de nuestro tiempo en conectar con nuestro interior.