Si respiro en do mayor no significa que me sienta mejor.
Es un intento es invertir el movimiento. Es empezar desde lo externo, acostumbrarse a este terreno.

Si respiro en do menor no significa que me sienta peor.
Es hacer huecos con los restos del naufragio.Es tomar aire respirando boca bajo.


.Nunca fue tan grande lo intangible indefinible.
No es mentira que te hiciste enemiga de la suerte clandestina, mirada hundida, radiante si te olvidas un instante y miras hacia delante y me dejas piropearte sin echarte a llorar, sin decir que no es verdad.


Te has metido en medio de un laberinto rodeada de fantasmas, mariposas que no tienen alma y vuelan a suspiros y tu sueñas con lo mismo al borde del precipicio, no confias en mis halagos, compadeces mis abrazos...

Tu dices que no vales nada, yo digo que a veces pareces un hada. Tu dices que no me mereces, yo digo que pareces tonta. A veces te mereces medio mundo, mil canciones y un espejo que no te engañe.



Rie, canta, baila, posa sientete preciosa. ¡A la mierda esas tonterias! Bienvenida a la vida. No te engañes... solo veo menos de media sonrisa ¿Para que vas a robar tu tiempo a ti misma?

Cenicienta... princesa en potencia.



Coloque las piezas en el orden correcto. Le queda 1 intento.

Por mi mente, al cabo del día, pasan millones de parras mentales y hoy me ha dado por pensar en ¿Por qué no cambiaríamos por nada del mundo determinadas situaciones momentáneas de felicidad aunque desde un principio sepamos que no son nada productivas ni beneficiosas para nuestro ánimo?

Es una de las cosas que me asombra. Es decir, que aunque sepas que algo te va a producir un efecto negativo te arriesgas por tener ESE instante de efímera felicidad.

Por ejemplo, sabemos que comer chocolate engorda ( y mucho...) sin embargo nos lo tomamos disfrutando de su sabor por unos minutos. Después siempre llegan los lamentos y el remordimiento de pensar que si no lo hubieras hecho (quizás) estarías mejor porque no tendrías ese sentimiento de malestar ( ni esos quilitos de más). 

Bien pues me he dado cuenta que en las relaciones (algunas) pasa exáctamente lo mismo. Te lanzas al vacío sin pensar en repercusiones, necesitas que eso ocurra y te da igual lo que sacrificas ( ya sea dignidad, principios, libertad...) Da igual en ese momento.

Cuando ha ocurrido empiezan los remordimientos porque no se cumplan expectativas que pensabas que ocurrirían, porque en el fondo sabías que no estaba bien lo que hacías, porque sin querer hieras a la otra persona, porque des más o menos de lo que la otra persona da, por haber hecho el idiota... Infinidad de remordimientos, lágrimas e infeliciad y sufrimiento al fin y al cabo. (((Siempre hay excepciones)))

Bien. Cuando es la primera vez que te ocurre es algo nuevo y está medianamente justificado ( aunque en el fondo sabes que no va a salir bien), pero cuando ya te ha ocurrido más de una vez ¿Por qué seguimos lanzandonos por el precipicio? ¿ Por qué seguimos intentandolo? ¿Por qué seguimos pensando "Esta vez saldrá bien" "Él/Ella es diferente"? ¿Por qué?

Se me ocurre que en el fondo la vida es tan jodidamente insatisfactoria que cuando sabes que "algo" te va a producir una buena sensación ( dicen que cuando te enamoras o comes chocolate liberas endorfinas que te hacen sentirte bien) y dure el tiempo que dure, te arriesgas a que salga mal o te provoque sufrimiento porque al final seguramente encontrarás "algo" que te vuelva hacer sentir bien (liberar endorfinas) ya sea otro amor o un gimnasio. Y eso que te llevas! Porque mientras ha durado te ha hecho sentirte feliz (te ha metido un chute de endorfinas que te cagas)



Al final...todo es química.